El 2021 fue un año en donde empezamos a salir de una pandemia, pero no de la crisis. Nuevas presiones siguen sumándose para el consumidor en 2022: la oferta de petróleo y los impactos en las materias primas por el conflicto en Ucrania, así como las altas tasas de desempleo y la subida de precios de los bienes de consumo.
Este contexto plantea desafíos más fuertes en el futuro próximo para el mercado e impacta directamente en el desarrollo de la cesta de consumo masivo. Shoppers y canales han venido pasando por un proceso de reinvención, buscando adaptar cada vez más su ecuación de valor.
Un consumidor omnicanal
Como consecuencia, según nuestro estudio Winning Omnichannel Latam, las personas están visitando más canales que nunca y siendo cautelosas con su bolsillo. En promedio, el gasto de los hogares en FMCG en América Latina aumentó en un +26% (2021 frente a 2019). El ritmo de crecimiento de los canales muestra matices: nuevos se destacan, como el repunte y crecimiento de las Farmacias y el grupo de las Tiendas Especializadas – además del formato Mayorista que sigue en constante crecimiento en la Región.
Las compras online ha desempeñado un papel importante en el desarrollo del FMCG en el nuevo contexto, permitiendo al shopper conectar con las marcas y los canales con mayor fluidez y velocidad. Pero si miramos atentamente, hoy su variación pasó de 3 para 2 dígitos y su crecimiento también empieza a ser impulsado por más lealtad – una señal de los early adopters ya se encuentran en una otra etapa de relacionamiento.
Ya los canales de mayor importancia como los Hipermercados, Supermercados y el Tradicional, experimentaron crecimientos por debajo del promedio en 2021. Se vuelve mucho más importante entender el recorrido del shopper para poder capitalizar mejor cada paso y adecuar la mejor estrategia para cada tipo de canal.