Una de las razones de este comportamiento, fue por la recuperación de los rituales que la pandemia fue afectando por su dinámica de distanciamiento. A continuación, algunas cifras comparadas en valor 2021 versus 2020:
- Cosméticos: No olvidemos que el ecuatoriano es muy vanidoso (no en vano ostentamos la mayor penetración de maquillaje de Latinoamérica y la segunda más alta a nivel mundial). Creció esta canasta 24% demostrando su relevancia. De hecho, en el mes de agosto de 2021 comparando contra el mismo mes en 2019, creció 6%.
- Aseo del hogar: El ecuatoriano gastó más en toallas de papel para cocina, servilletas, esponjas y quitamanchas (impulsó esta canasta 9%), demostrando que sí pagamos por categorías que nos ayuden a ahorrar tiempo. Aceptémoslo todos estamos aburridos de limpiar la casa.
- Aseo personal: Con un interesante crecimiento de 11%, destacan categorías para vernos y cuidarnos mejor. No es de sorprenderse lo fuerte que creció desodorantes, una categoría que se cayó abruptamente en 2020 por las cuarentenas obligadas, shampoo y tratamientos capilares.
Todo esto fue un crecimiento que se desaceleró con el pasar de los trimestres. Sin embargo, vemos un inicio de año 2022 con una buena tasa de crecimiento del 7% versus año pasado. La pregunta es: ¿Qué tan real es este crecimiento?
Veamos algunas figuras, todas comparadas contra el mismo mes del año pasado:
- El mayor crecimiento y aporte para este fuerte crecimiento en enero se ubica en tres canastas: alimentos, OTC y mascotas.
Las dos primeras se explican por las restricciones de movilidad, como resultado de la llegada de la variante ómicron al país, que obligó a las empresas a regresar a teletrabajo y generó un debate muy fuerte por las clases presenciales que se frenaron. Este último echo afectó categorías de la lonchera por lo que leches saborizadas sufrió una caída de -11% en valor.
- Alimentos tuvo un solido crecimiento de 9% en valor y su principal aporte fue proteínas animales (res, cerdo y pollo) y aceites.
Proteínas tuvo un sólido desempeño creciendo a doble dígito. Hace sentido porque al tener más teletrabajo y menos niños en las escuelas hay rituales que se potencian: desayuno, almuerzo y meriendas. Sin considerar el mayor número de momentos de consumo que despierta la ansiedad y el encierro.
El caso de aceite destaca uno de los mayores retos que tendrá la industria en este año y es el de la inflación. Si bien aceite crece en valor 20%, tiene una caída en volumen de -4%.
- Por otro lado, la canasta de OTC tuvo un crecimiento de triple dígito. Apalancado principalmente por vitaminas y analgésicos. Obviamente todos los que vivieron las fiestas decembrinas a lo grande, vieron estas categorías como opciones para reducir el impacto del pico de contagios que estaba sucediendo en el país.
En resumen, sabemos que enero 2022 fue un mes de crecimiento en consumo dentro del hogar. Sin embargo, fue respuesta de la mayor tasa de contagio en el país desde que arrancó la pandemia. Lo que obligó a los rituales de alimentación a trasladarse dentro de casa.
Ahora este efecto se tendrá que disipar en el tiempo, ya que el dicho lo dice, “el futuro está aquí, solo que mal distribuido”. Si queremos ver que pasa en Ecuador en los próximos meses, es una desescalada de medidas, como ya anunció la ministra de salud el potencial abandono de la mascarilla a finales de marzo como vienen haciendo los países que ya fueron impactados por esta variante.
Esto automáticamente va a traducirse en más comidas en restaurantes, reuniones fuera de casa y viajes. Tendremos que seguir analizando las dinámicas del consumidor, porque a pesar de este futuro prometedor que nos regresaría a los años donde no existía Covid, hay aún un alto nivel de preocupación en varios consumidores. Solo el tiempo dirá que hábitos se quedarán en el tiempo.