Tras un 2024 de transición, donde hemos visto cómo fabricantes y distribuidores han empezado a dejar de mirar tanto los costes y las negociaciones de precio para poner el foco en cómo y dónde invertir para seguir creciendo (marca, innovación, promociones, publicidad, etc.), en Kantar Worldpanel situamos como gran objetivo para 2025 el reto de poner el foco de nuevo en ganar cuota de mercado, tan propio de un mercado que se sitúa en la estabilidad.
Estable en demanda, donde se espera un ligero crecimiento del 1%, empujado por un incremento poblacional que compensa con inmigración el descenso vegetativo. Si bien es cierto que las mejoras en las perspectivas de empleo harán que parte del consumo se traslade de dentro a fuera del hogar.
Estable también en valor, donde el mercado crecerá ligeramente por encima del 2% en un contexto en el que el incremento progresivo de la confianza del consumidor y el foco de los distribuidores en crecer de nuevo de manera rentable, provocarán que se frene el crecimiento de la marca de la distribución.
En definitiva, continuidad respecto a 2024, que se confirma como el año bisagra entre una dura crisis (COVID y, posteriormente, la inflación) y la vuelta a la normalidad. No obstante, hay que entender cómo ha quedado el mercado tras el complicado paso por la crisis inflacionaria: es un 25% más grande en valor y un 4% menos en volumen.
Esta disminución de la demanda dentro del hogar se debe a varias razones estructurales como una importante reducción de 155 millones de kilos de desperdicio, un crecimiento de 300 millones de ocasiones de comida preparada o 4 puntos más de ocasiones de plato único.
Y también a razones coyunturales, como por ejemplo, que haya más compradores que siguen una lista de la compra o un aumento de consumidores, de más del 3%, que buscan productos que duren y cundan más.